12 diciembre, 2005

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Cuando crees que eres fuerte, cuando crees haber superado todos tus miedos, siempre aparece por sorpresa algo que demuestra que todavía te queda un arduo camino por recorrer.
Cuando te parece que la vida es bella, que hay determinadas cosas que no podrán volver a hacerte daño, escuchas sin querer una canción que te destroza, por dentro y por fuera. Consigue que te eches a llorar irremediablemente y que te hace imposible seguir adelante con lo que sea que estés haciendo en el momento en el que te sorprende.
Hay cosas que no deberían pasar, pero pasan. Hay personas que no deberían existir, pero existen. Hay situaciones que deberíamos saber borrar de nuestra mente, pero por mucho tiempo que transcurra desde que sucedieron, siguen grabadas a fuego en tu cabeza y reaparecen en el momento en el que eres más vulnerable.

I did it my way.

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