This little thing called somehow o de cómo al final te sales con la tuya.

No se si creo en algo más allá de lo que puedo tocar, pero siempre he tendido a creer que hay un nosequé que al final todo lo pone en su lugar para que cada uno reciba aquello que de alguna manera le pertenece, ya sea físicamente o porque ha hecho méritos.
Es ese nosequé el que hace que cuando tienes muchísimas ganas de que algo pase... pase. Incluso cuando has decidido asumir que nunca llegará el momento porque lo que no puede ser es imposible, ZAS! Y te sientes la persona con más suerte del Universo.
Y es que, por mucho que la gente se empeñe en decir que tengo mucha suerte, yo no creo que las tenga todas conmigo, pienso que la suerte no existe, pero también pienso que es posible, de una u otra forma, atraer aquello que anhelas.

Así que, nunca dejeis de creer aquello de si cierras los ojos y piensas muy fuerte en algo, se cumple... porque yo me voy a Cardiff a ver a los sres Jones.

De cómo autocatapultarse a la muerte profesional o el nuevo disco de Oasis.

Lo malo de comprarse los discos en preventa, aunque te salgan a mitad de precio es que los compras a ciegas, o mejor dicho a sordas. Porque salen en preventa a un precio más que tentador varios meses antes de que puedas escuchar siquiera el single, y claro, allá vas tonta de ti y piensas: "coño, el nuevo de oasis por ocho euros, me lo voy a comprar!" Pero nunca se te ocurre pensar que pueda ser un mal disco (eso nunca, por el amor de Jones), es uno de tus grupos preferidos y pese a los hablares de la muchedumbre, a ti siempre te han gustado sus trabajos... hasta que te levantas el domingo por la mañana y dices: "coño, voy a empezar el día de buen rollo poniéndome el nuevo de Oasis, que lo tengo ahí una semana y nisiquiera he abierto el paquete", pero en contra de tus espectativas te ves sentada en el sofá, mirando estupefacta la pantalla de la tele no queriendo creer lo que estás escuchando. Y es que, todavía no he conseguido salir del coma produndo en el que me ha sumido la primera escucha de esta, la gran mierda de pavo de la última década... Y que nadie me venga con esa mierda de "es que hay discos que hasta que no los escuchas unas cuantas veces no te entran" porque como bien me dijo el mánager hooligan de un grupo irlandés de cuyo nombre no quiero acordarme... THIS IS BULLSHIT.
Cuando un disco es bueno, es bueno y cuando es malo es malo. Un disco bueno te gusta desde la primera nota y si te cuesta tanto aceptarlo es que es una mierda de pavo a la altura del mismisimo Bisbal, hombre ya!
Y por mucho que me saquen los ojos los supernovapoperos el último de Oasis es lo peorcito que he oido en mi larga y tortuosa carrera como pseudoprofesional de la escucha musical ajena.
Que conste en acta que ahi estaba yo defendiendo a capa y espada el Standing (también conocido como esa mierda de disco que grabaron los Gallagher después del Be here now), pero esque esto sobrepasa los límites de la realidad.
Cuando, ingenua de mi, cojo el mando y le doy al play... empieza a sonar una especie de ruiducho horrendo y una voz como distorsionada que podría haber sido grabada perfectamente con uno de esos micros de karaoke para niños que venden en los chinos por dos euros y que graban la voz y después la reproducen como si el niño tuviese ochenta años y pólipos en la garganta. Ha habido un momento en el que incluso he tenido que mirar bien la portada del disco para asegurarme de que me habían enviado uno de Oasis y no de cualquier bandilla modernera de tres al cuarto que salen de debajo de las piedras por las UKas, pero por mucho que miraba la portada rezaba: Dig Out Your Soul, con el logo típico de Oasis dibujado en plan cutre al lado.
En fin, hasta aquí mi indignación para con los señores Gallagher and company a los que espero que la broma les haya hecho mucha gracia, porque yo no he pillado el chiste.

¡Quién me mandaría a mi a descubrir las preventas! ¡Qué daño ha hecho Interné!

Haciéndonos mayores o "a ver cuando escribes algo en tu blog y dejas de joder en el de los demas".

Nos hacemos mayores, unos más que otros, pero nos hacemos igualmente (aunque a la señorita de mi derecha en la foto haya firmado un pacto con el diablo y aparente quince eternamente).
Ésta foto es del sábado pasado, cuando ya estábamos "en to nuestro golpe". Pese a agotarse el plan A por causas meteorológicas y que ese conciertazo al que asistimos cual quinceañeras del año 1960 acabase en menos de cuarenta minutos, ahí estaba el plan B (de Bryan's) que siempre nos salva la vida cuando se acercan las fiestas de ese nuestro... (diremos pictórico, por decir algo) pueblo.

Recuerdo que cuando era pequeña, nunca quería que llegaran las fiestas patronales porque eso significaba decir adiós con la manita al verano, al camping y a los tropecientos amigos que dejaba anclados hasta la Semana Santa del año siguiente. Ahora, cuando se acerca septiembre estoy ansiosa por que la muchacha de la foto and company me digan eso de: "Cari, ¡el viernes empiezan las fiestas y el sábado es el aniversario de Camelot!". Y es que, digamos lo que digamos y aunque nos empeñemos en renegar... siempre que aparecemos la liamos, pillamos la mundial y nos quedamos con ganas de que las fiestas duren todo el año.

Éste año, eso de "la crisis" ha hecho mella en cuanto a espectáculos ofrecidos por el ayuntamiento durante el mes de fiestas, ¡o eso creen algunos! porque todos bailamos la canción de "Cuéntame" y "La fiesta de Blas" cuando nos la pinchan en un lugar modernillo para darnoslas de supercools pero nadie aprecia los conciertos gratuitos en la Plaza de la Paz...