30 octubre, 2005

18 octubre, 2005

Fly me to the moon.

Cada noche permanecía inmovil, de pie, mirando al cielo en el mismo lugar durante unos minutos. Solía mirar a la Luna a los ojos y pedirle que la ayudase a llevar a cabo sus propósitos, que la ayudase a alcanzar sus metas y la acompañase en el camino hacia su felicidad.
Cada noche salía, la buscaba y le hablaba en silencio cuando nadia podía verla, ni juzgarla, ni acusarla de nada.
A menudo le pedía apoyo en cosas banales, en cosas que sabía que conseguiría por si misma, aunque tenía la necesidad de setirse arropada por el calor que la Luna le concedía sin pedirle nada a cambio. La Luna le daba fuerzas para creer en si misma, en su carisma, su voluntad. su brío y su yo, incluso la ayudaba a conseguir cosas materiales que jamás habrían estado a su alcance si no hubiese creido en si misma. Le pedía suerte, prosperidad y buenos resultados en todo aquello que se proponía, y la Luna le guiñaba un ojo en señal de acuerdo noche tras noche.
Una noche de verano, cuando la Luna se encontraba en su fase plena, ella se acercó hasta su lugar secreto, sólo por esta vez, tomó asiento y sobre una piedra blanca le rogó a la Luna que la ayudase por última vez.

- Sé que ésta vez es verdad. Sólo dame una señal y te dejaré en paz para siempre.

Esa vez no encontró fuerzas sufcientes para creer en si misma, no encontró en su interior esa fuerza sobrehumana que la acompañó en los momentos duros, no encontró el yo que la ayudase a encontrar su nosotros.





Aún hoy la Luna plaga el cielo con sus lágrimas doradas en señal de luto por la niña de sus ojos.

12 octubre, 2005

God Jones, Sala Arena 11-10-05.

Me reafirmo, el señor escribidor es El Padre, su guitarra azul el Hijo y la acústica el Espíritu Santo.
Mi séptimo concierto de la Santísima Trinidad y mi séptimo orgasmo musical en directo.
Sin ánimo de desmerecer a los otros dos componentes de la banda, he de decir de nuevo que Kelly Jones existe porque es necesario, y si no existiese habría que inventarlo. Es imposible sonar mejor y sobre todo, es imposible sonar tan bien en una sala mediocre como es Arena, pero... Dios todo lo puede.
No importan los percances con la batería cuando se tiene una guitarra acústica a mano para entretener a la audiencia mientras se solucionan los problemas de sobreesfuerzo, no importan porque sólamente el set acústico que se marcó K. Jones guitarra en mano, valían el sudor de todas y cada una de las personas que tuvimos la suerte de presenciar el concierto.
Un show redondo desde Superman hasta Dakota, pasando por Mr Wirter, Madame Helga y Local Boy entre otras, una banda entregada al máximo ante un público vendido a las radios comerciales, que en su 80% desconocía las canciones que estaban escuchando, y viendo, porque no hay nada como disfrutar del movimiento de pierna de Mister Melody Maker.
En definitiva, OTRA gran actuación de Stereophonics para recordar, otro once en mi lista, otra púa, otro vinilo para la colección y sobre todo otra noche única.



"Demos gracias a su madre por haberlo parido", "Sure, pretty", me quedo con esas frases.

03 octubre, 2005

Harta!

De muchas cosas, de nada.
De conversaciones sin sentido, de frases vacías, de pérdidas de encanto.
De discos repetidos, libros sin intriga y películas sin arte.
De obsesiones sin respuesta, quebraderos de cabeza, suspiros, remordimientos y demasiado secretismo. De mensajes que no llegan, receptores esquivos y llamadas de socorro.
De sonrisas sin razón, miradas cristalinas, corbatas, pitillos, sueños y pesadillas. De soluciones ahogadas por la duda, de deberes morales, del azar, el verbo, la oratoria y la palabrería.
De apodos que me matan, pérdidas que me llenan, parrafadas, risas, fotos, vuelos, tú.

Harta de no poder ser yo porque tú lo haces imposible.

Harta de adorar cada una de esas cosas.