24 enero, 2009

While we were young...

Hace tiempo, mucho tiempo, solía compartir mi vida con cierta gente a la que acabé olvidando, no quiero recordar por qué.
Me vienen a la memoria algunas situaciones de las que, puede que a mi pesar, formé parte durante años. Algunas nefastas, que acabaron convirtiéndose en puro veneno que recorrió cada una de mis venas hasta dejarme prácticamente en coma... aunque reviví. Otras no tan malas, de hecho, bastante buenas, tanto que a día de hoy hacen que me arrepienta de según qué pérdidas que tuvieron lugar como desenlace de mi hospitalización sentimental. Supongo que a estas alturas del post ya habrás adivinado que hablo de ti, me guste o no siempre nos hemos entendido sin decirnos nada... En realidad no siempre, nos falló el sentido en el momento clave y ahora, muchacho, ¡no hay vuelta atrás!
Todos sabemos que nunca he dado un paso atrás ni para tomar impulso, como sabemos que siempre he apechugado con las consecuencias, me pesasen cuanto me pesasen, aunque he de reconocer que jamás me será totalmente posible dejar de echarte de menos. Realmente nunca entenderé por qué no opusiste resistencia y tengo la certeza de que esa es la principal razón por la que esa relación (amistosa, la otra no hubiese durado ni veinte minutos más de lo que duró) que podría haber durado siempre se fue a la mierda en cuestión de minuto y medio... no te reprocho nada, no olvido que fue decisión mía.


No me queda otra que quedarme con los buenos ratos, los recuerdos que me vienen a la mente cada vez que pido una botella de agua y me la sirven Mondariz y la espina de no haber significado lo suficiente como para tener el honor de formar parte de las letras de mi writer preferido.


Tengo mucho más que decir, pero no tendría sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario