20 enero, 2010

It's over.

Dada la avalancha de mails que han saturado mi correo desde que tomé la determinación de cerrar el blog definitivamente y puesto que lo hice sin previo aviso y sin dar explicaciones (cosa que pienso seguir sin hacer)... He aquí mi último post. Seguramente sea lo peor que he escrito jamás, es más, probablemente sea lo peor que se ha escrito en la historia de las letras, pero es todo cuanto tengo.




Hay veces en las que resulta necesario tocar fondo. No quiero decir que sea una situación agradable, de hecho es probablemente una de las peores por las que puede pasar una persona y sobre todo, es una de las más difíciles.
Pero, es probable que no resulte tan extraño tomar como necesario algo que se presupone malo, si se mira tal y cómo yo he aprendido a hacerlo con el paso de las hostias.

No es fácil llegar a la cima, aunque resulta extrañamente sencillo quedarse en ella. Desgraciadamente igual de sencillo que quedarse en ella, lo es caer al vacío y dar de bruces contra el más duro de los suelos. Y levantarse... levantarse es otra liga, una apta sólo para los mejores, sólo para aquellos que aprenden a mirar a los ojos a sus almas y a reconocerse a si mismos cómo y por qué están dónde están. Sólo apta para quienes se hacen responsbles de sus actos y son capaces de hacer volver a latir sus olvidados corazones. Sólo para ellos. Sólo para esos que conciben SUS vidas como tales y no como redes de acontecimientos vacíos tejidas caprichosamente por los artríticos dedos del azar. Únicamente para aquellos que aceptan las derrotas convirtiéndolas en victorias y aprenden las lecciones convirtiéndolas en premisas del mañana.
Sólo cuando formas parte de ese elenco de dioses capaces de recoger cada uno de los pedazos de sus más que devastados corazones y reconstruir con sonrisas la pesada estructura de sus ya enterradas vidas, sólo entonces eres capaz de verlo. Sólo entonces te das cuenta de que era necesario estar aplastado por mil toneladas de malas experiencias, situaciones tristes, errores garrafales y canciones que habías escuchado tantas veces que habían dejado de tener sentido para ti. Es en ese preciso momento en el que consigues ver con claridad, puede que por ti mismo, puede que con algo de ayuda, eso no tiene importancia. Lo único que la tiene es que seas lo suficientemente grande como para estar a la altura de las circunstancias, de TUS circunstancias. De esas que has creado tú y sólo tú, de esas que, aunque te empeñes en atribuir a esa mano que te acompañó a salir del agujero, has engendrado en tu interior a base de cabezazos contra tu conciencia y combates con tu sentido común y tus entrañables recuerdos como protagonistas principales.
En realidad, lo único importante es que seas capaz de reconocer que siempre hubo una luz al final del túnel, por muy fuerte que hubieras cerrado los ojos, que probablemente esa herida que tienes abierta acabe cerrándose de manera natural justo cuando pienses que jamás te curarás y desaparezca sin siquiera dejar cicatriz, sólo una entrañable historia que contar acerca de cómo tropezaste una vez.
Que lo único a tener en cuenta es que estás de pie, que sólo es cuestión de poner un pie delante del otro para empezar a caminar y que, justo cuando des el primer paso, serás capaz de echar la vista atrás y mientras la fuerza de tu mirada deslumbra a todo aquel que nisiquiera supo ver el entrenamiento desde la grada, asientas sonriendo y pienses que jamás podrás olvidar cuando estuviste arriba por primera vez, que nunca serás tan imbécil como para menospreciar nisiquiera los malos ratos y que gracias a que caiste HOY te has vuelto a levantar. Todo pasa por alguna razón.
Y ahí reside el encanto, lo realmente importante de caer, no es saber levantarse. No. Lo importante de caer es saber por qué hemos caído, es saber aceptar que la vida no es maravillosa, es aprender la lección. Es aceptar que lo fácil nunca es lo más rico. Y que lo rico jamás se consigue fácilmente.

Los momentos que tienen más sentido se dan cuando lo demás parece no tenerlo, es sólo cuestión de reaccionar a tiempo, es sólo cuestión de saber interpretar.






















Ahora sí, It's over.

2 comentarios:

  1. Anónimo09:33

    Te quiero garbanza

    ResponderEliminar
  2. :(

    Ahora que vuelves a caminar, no me gusta q no lo vayas a hacer en este blog, pero es tu decisión, buena o mala como todas las que tomamos y de las que hablas, yo sé que echaré de menos leerte, pero bueno, siempre quedará el msn y el word jajajajaja

    LOL!

    ResponderEliminar