11 julio, 2007

El perfume.

O más bien la botella entera de colonia que algunas personas se empeñan en rociar sobre sus cuerpos antes de salir de casa, con el fin de colapsar las pituitarias ajenas hasta alcanzar el objetivo primario: el desmallo del personal por falta de oxígeno y exceso agobiante y empalagoso de aroma.
¿Será normal que, estando estudiando en el salón de mi casa (que está situado en el primer piso del edificio), me llegue de repente un hedor insoportable a perfume barato que llegue incluso a hacerme estornudar? y eso sin necesidad de abrir la ventana...
Señora, ¿de verdad no se da cuenta de que no es necesario ducharse en colonia para oler bien?(aunque bien pensado, dudo seriamente que se encuentre en condiciones de darse cuenta de nada, el colocón perpetuo producido por la nube floral que forma un halo alrededor de su cuerpo debe haber nublado todas y cada una de sus capacidades cognoscitivas).
Y digo yo, si prohiben fumar en lugares públicos por que el humo puede molestar y ser perjudicial para la salud de aquellas personas que han escogido libremente no morir de cáncer... ¿por qué demonios está permitido que haya personas por ahí que se dedican a provocar dolores de cabeza y a privar de su dosis de oxígeno a personas que, como yo, han escogido libremente no morir asfixiadas????

¡LEY ANTIPERFUMES DEL TODO A CIEN YA!

3 comentarios:

  1. Anónimo19:01

    Cha tengo mono de ti ;)

    Un beso garbanza

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  2. Anónimo12:24

    Y yo de ti!!!

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  3. Anónimo10:42

    eyy pues yo toy vendiendo perfumes de imitación para el viaje de fin de curso? quieres uno? jajaja

    Un Beso zana!!!!

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