28 noviembre, 2005

B - Side.

Para mi siempre tuvieron más importancia las pequeñas cosas, las más sencillas, las más de verdad, las que nadie aprecia por evidentes, o por gilipollas.
Siempre consideré que lo que nadie tiene en cuenta merece la pena por el simple hecho de haber sido ignorado por las masas, y además de eso, considero que la mayor parte de las veces esas cosas que la gente considera secundarias superan con creces al hecho principal.
Me pasó siempre con las canciones, adoro las caras b, me resultan mucho más interesantes, más puras, más bellas, menos preparadas y sobre todo más dispuestas a la interpretación. Pienso que las grandes canciones de todo grupo que se precie son en realidad las desconocidas, esas que se esconden detras de tus vinilos esperando que una tarde las descubras y crezcas un poco al escucharlas.
Cuando llevas mucho tiempo preparando algo pueden pasar dos cosas: que todo sea absolutamente perfecto, o que se acabe convirtiendo en un completo desastre. Probablemente no sepa posicionarme en ninguno de los dos extremos, pero puedo decir que no fue como esperaba, incluso podría estar insinuando que me decepcionó, que consiguió desquiciarme y que prácticamente me arrepiento de no haber comprado las ediciones de ocho paises diferentes del Cosmopolitan de este mes para leerlas al son de las flautas de un tal Onorato...
Puedo decir que tuve mi propia B side, una muy rica, muy sencilla, muy real, muy espontánea, muy graciosa, muy muy fría, sí, pero sobre todo muy especial. Fue mi "Don't let me down" particular, del que disfruté sin planearlo mientras el resto tarareaba un "Get Back" tristemente versionado para sentirse interesante...

Cómo me gustan los Beatles! O... lo que sea.



That's what I am.

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