08 agosto, 2009

Desesperada.

Desesperada.
Desesperada porque nunca digo todo lo que tengo que decir.
Desesperada para no dar lugar a que nadie más se desespere.
Dejar de cargar con el peso del mundo y hacer lo que realmente quiero hacer, no lo que es correcto, no lo que debo. Porque al fin y al cabo hacer lo que debo hacer nunca ha ido conmigo. Y contigo... tampoco.
Porque probablemente duela al principio y seguramente dolerá más al final, pero no puedo arriesgarme a ser una desgraciada el resto de mi vida por no perturbar las existencias de quienes me rodean. En el fondo tengo la absoluta certeza de que aceptarían y entenderían hasta el último acto, hasta la última palabra. Y sobre todo apoyarian hasta la última decisión, puede que todo eso llevase un tiempo, pero AHORA O NUNCA.
La elección es fácil: tirita o ataud.
Yo me niego a firmar mi sentencia de muerte a mi edad. Sé que nadie puede asegurarme que mañana estaré viva, pero yo puedo asegurarte que moriría feliz.

2 comentarios:

  1. carallo, para ser un sabado estabas inspirada

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  2. inspirada no D E S E S P E R A D A, a ver si aprendemos a leer!

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