Don't Believe The Truth.

Tras tres años en silencio desde su “Heathen Chemistry”, los hermanos Gallagher vuelven, acompañados por Gem y Dave Sardy, con Don't Believe The Truth, un álbum que, pese a las opiniones preconcebidas de la gente, nos muestra a unos Oasis más maduros y asentados que de costumbre. Nuevas características personales que se ven inevitablemente reflejadas en todos y cada uno de los once temas que componen el disco.


La primera mitad del álbum es un continuo ascenso hacia las alturas; desde los primeros acordes de “Turn up the sun” se aprecia el cambio del buen hacer de Oasis, tanto en la construcción como en la interpretación de letras y melodías. Pasando por la controvertida “Mucky fingers”, el primer single “Lyla” y el enérgico “Love like a bomb”, descubrir una joya como “The importance of being idle”, con Noel haciendo alarde de guitarra y voz, es una auténtico placer. El resto del álbum no dista especialmente del estilo característico de la banda: “The meaning of soul” es una de esas canciones rápidas, cañeras y con mucha fuerza que apunta maneras de cara al directo, mientras que “Guess god thinks I ’m Abel” -escrita por Liam en un intento definitivo de demostrar que es algo más que una bonita voz-, “Part of the queue”, “Keep the dream alive” y “A bell will ring” recuerdan al agradable sonido de la época “Definitely Maybe” – “Be Here Now”. “Let there be love” pone punto final al disco más esperado de los últimos años de una manera suave y elegante.


Según el propio Noel, se trata del mejor disco de la banda desde Definitely Maybe: “Es mi favorito de los últimos cuatro. Como todos contribuimos a la composición, hay un sentimiento diferente en ella.”


Concluyendo, éste sexto "regalo" de los de Manchester, nos trae de vuelta el buen sonido de los oasis de siempre, sostenido y realzado por una buena dosis de buen juicio que, no solo nos enseña que Oasis no "están acabados", sino que nos demuestra que se encuentran en su mejor momento.